Historia
30 euros, esta es nuestra historia.
Armorino, tal y como lo conocéis, surgió de mi ilusión por llegar a ser una de aquellas personas con posibilidad de tener grandes piezas de relojería. Evidentemente, con los medios que tenía era imposible llegar a adquirir tales relojes, por lo que busque la manera de hacerlo costase lo que costase, tenía un objetivo y una promesa conmigo mismo de que lo conseguiría.
Me dispuse a empezar con 30 euros que tenía ahorrados, era hora de poner todo mi empeño y conocimiento en el proyecto. Primero lo que hice fue comprar y vender objetos de segunda mano hasta que pude comprar mi primer set de herramientas y piezas de reloj para aprender a montarlos, repararlos y ponerlos a punto. Ya con mi primer reloj hecho (aun sin ser Armorino, simplemente vendía relojes hechos por piezas), me dispuse a venderlo, esto lo hice varias veces hasta lograr reunir la cantidad necesaria para poder crear el primer prototipo de Armorino, un gran logro para entonces. Este prototipo se lo regalé a mi abuelo, persona que despertó mi curiosidad al ver sus relojes “viejos” sin saber que más adelante serían mi pasión. También lo escogí a él por qué pese a las circunstancias siempre me decía “vas a ser un pequeño gran hombre” mientras le hablaba de mis pequeños logros y ambiciones, quería que mi gran logro lo llevara una gran persona. Este modelo, marcó un antes y un después en mí, fue el primer reloj bajo el nombre de Armorino, estaba materializando el sueño que tanto estaba trabajando. A partir de ese momento hemos ido creciendo tanto yo como persona como Armorino en su sector. Y nunca dejaremos de evolucionar.
"Time to reach the unreachable", va más allá de un eslogan
Encantado, soy Eric Belmonte, de 18 años, y soy el fundador de este gran proyecto.